Los organismos de Derechos Humanos que se conformaron durante la última dictadura se caracterizaron, en gran medida, por la composición familiar de sus integrantes. ¿Qué pasó con los padres de las personas desaparecidas? Si bien no hubo una organización que los agrupara como tales, ellos también formaron parte de los organismos de Derechos Humanos y estuvieron presentes en la Plaza de Mayo.
Los “padres de la plaza” acompañaban a sus esposas mientras estas se movilizaban. Las esperaban a unas cuadras de distancia y algunas veces se sumaban a las rondas. También recorrían embajadas, instituciones o mantenían reuniones con representantes de organizaciones políticas, organismos internacionales o integrantes de la prensa. Incluso, algunos de ellos, fundaron organismos de Derechos Humanos como el Centro de Estudios Legales y Sociales o se sumaron a organizaciones que ya estaban funcionando como la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos por Razones Políticas o la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
Muchos de los padres trabajaban fuera de las casas y se desempeñaban en tareas asociadas tradicionalmente al “jefe de familia”. Esto implicaba la necesidad de continuar con la dinámica laboral desde abrir sus comercios, atender sus asuntos profesionales.
Al igual que a las Madres, la desaparición de sus hijas e hijos también los cambió. Sus recuerdos y testimonios contribuyen a fortalecer la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia en nuestro país y en la construcción de la memoria colectiva.