De la casa a la plaza

Ante la desaparición de sus hijas e hijos, las Madres decidieron no quedarse en sus casas. Comenzaron a recorrer comisarías, juzgados, oficinas públicas, hospitales e iglesias, primero de manera individual y luego colectivamente. Al poco tiempo, esta búsqueda fue ocupando el espacio público.

A partir de la propuesta de Azucena Villaflor, desde el 30 de abril de 1977 las Madres comenzaron a encontrarse en la Plaza de Mayo.

Cada vez que una madre llegaba a la plaza, la pregunta era “¿A vos quién te falta?”. Las Madres de Plaza de Mayo son reconocidas, entre otras cosas, por su coraje y por haber transformado la búsqueda personal en un reclamo colectivo: buscaban a las hijas e hijos desaparecidos de todas las madres.

La mirada del gobierno militar sobre estas mujeres se resume en la frase “las locas de la Plaza”, como las llamaban los funcionarios del régimen. Las Madres se enteraron que así les decían por el periodista Jean Pierre Bousquet de la agencia France Press, que acompañaba a las Madres desde la primera ronda.

La lucha de las madres ha traspasado tiempos y fronteras, porque entre otras cuestiones,la resistencia que estas mujeres protagonizaron contra el terrorismo de Estado cuestionó profundamente el estereotipo de género que concibe a las mujeres como dóciles y obedientes.

La desaparición de sus hijas e hijos, pero fundamentalmente lo que ellas hicieron con el dolor, las hizo figuras centrales de la escena política durante y después de la dictadura. De esa manera, se constituyeron en protagonistas capaces de crear espacios de vida allí donde dominaba el terror.